La Risa Remedio Infalible II

Una vez que fue a visitarnos nuestro locuaz vecino, mi esposa le advirtió que se le estaba enfriando el té, y él comentó:
--Las mujeres siempre nos previenen del té frío, en el cual no hay peligro alguno. ¡Pero nos sirven una taza de té hirviendo, y no dicen media palabra!

Durante la celebración de sus bodas de oro, la esposa notó que su marido estaba llorando.
--No sabía que fueras tan sentimental --le dijo
.
--No es eso --respondió él--. ¿Recuerdas cuando tu padre nos sorprendió en el granero, y me amenazó con que, si no me casaba contigo, me iba a encerrar 50 años en la cárcel? Bueno, ¡hoy sería yo un hombre libre!

Cierto hombre acudió al médico porque llevaba varias semanas sufriendo un dolor de cabeza insoportable. El médico lo sometió a varias pruebas y, al cabo de unas horas, lo hizo pasar al consultorio.
-Le voy a dar una noticia terrible -le dijo-. El mal que usted padece es incurable.
-¡Ay, no! -gimió el paciente-. ¿Cuánto tiempo de vida me queda?
-Diez...
-¿Diez qué? -lo interrumpió el enfermo-. ¿Días? ¿Meses? ¿Años?
-Nueve -continuó el galeno-, ocho, siete, seis...

Al entrar en un patio cercado para entregar la correspondencia, me topé con un enorme perro de raza San Bernardo. Me aparté lentamente de la bestia, pero al hacerlo me tropecé con un juguete. Fui a dar al suelo, y en menos que canta un gallo, la fiera ya estaba encima de mí... lamiéndome la cara con entusiasmo.
La dueña salió a la carrera y reprendió al animal:
--¡Perro tonto! Es un empleado de correos, no una estampilla postal.

© Reader's Digest México, S.A. de C.V.

2 comentarios:

@Pandistaofheart dijo...

esta genial....me encanta esta seccion de la revista, de la risa remedio infalible

Cez dijo...

jejeje bueno ahh no puedo dejar de comentar, me encanta la revista..!!!

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