Instantaneas personales - 1 -

Justin Menry debutó como artista cinematográfico a los seis años, en la película Kramer vs. Kramer. Al terminar la tercera semana de filmación, Justin comenzaba a deleitarse en el proceso de ser actor. Le gustaban las escenas de llanto y habiendo observado que los demás histriones ensayaban asiduamente las escenas difíciles, él se escurría a un cuarto solitario y trataba de pensar en cosas tristes, como que Chipper, su perro favorito, estaba a punto de morir. Bastó una sola toma para filmar cierta escena.
Dustin HofTman, su compañero estelar en la película, comenta:
 "Al terminar la escena, lo tomé en mis brazos, pero él aún no podía contener el llanto. Pensé: ¿Qué le hemos hecho a este muchacho? Tal vez ha olvidado donde termina la fantasía y empieza la realidad. Le dije que había estado fantástico, pero seguía sollozando. Cuando le pregunté cómo se sentía, contestó: ¡Estupendo! En ese momento misteriosamente había quedado convertido en actor".
—M.K.

El distinguido conductista B. F. Skinner explicaba ante una conferencia geriátrica cómo, a los 74 años, tomaba en consideración sus deteriorados sentidos de la visión y el oído.
Contó que cierta vez, en un centro de jubilados, disfrutaba de un almuerzo chino y que uno de sus vecinos le señaló un manjar especial en el centro de la mesa. Pensó que le indicaba que debía comerlo. Al tomarlo, admiró su delicada y frágil costra parda clara. Al masticar su tostada textura, Skinner se admiró de cómo los chinos logran producir tan sutil y desmenuzable manjar. Entonces observó que su vecina también comía el mismo alimento. Pero ella lo pelaba: era un huevo duro.
— M.H.

Jimmy Durante era famoso por su amor al prójimo. En cierta ocasión observó: "En este mundo hay más gente buena que mala. No me importa si un caballero raspa un fósforo en mis muebles, con tal que tenga cuidado de hacerlo en el sentido de la vena de la madera".
—J.R.

La Ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Flora Isabel MacDonald, miembro del bloque conservador del Parlamento de Kingston (Ontario), participó en un debate público, con todos los candidatos de su distrito. Uno de sus partidarios, evidentemente alcoholizado, fastidió tanto a los otros, que estos encontraban dificultad hasta para terminar una frase. El público, aunque impaciente, no deseaba la trifulca que se armaría si se expulsaba al alborotador.
En un momento propicio la MacDonald bajó muy sonriente del estrado, saludó a su partidario y pasándole un brazo sobre los hombros lo sacó del salón en animada discusión. Flora Isabel volvió sola y en medio del aplauso general.
—A.H.M.
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Pablo Picasso hizo uno de los obsequios más extraordinarios de su vida a dos jóvenes obreros: Jean —hijastro de Suzanne Ramié, dueña del taller de cerámica que fabricaba las piezas de Picasso en Vallauris (Francia)— y su esposa. Ambos habían alquilado un apartamento sencillo y sin agua caliente, situado sobre el taller.
Un día Picasso llegó de buen humor al apartamento, aún vacío, realizó en las paredes cuatro pinturas, dos de ellas completas con marcos y alambres de sostén simulados. Además, pintó ramas de hiedra sobre el hogar.
En la pequeña sala de estar de la joven pareja pintó un mural de tres metros en el que la novia, ataviada como una dama medieval, saludaba desde el balcón de su castillo a Jean, caballero gallardo en ancas de un caballo.
Y en un acto impulsivo final, Picasso regaló a los recién casados una de sus obras más exquisitas: La Dame aux Poissons.
—F.C.

Hace algunos años asistí a un almuerzo del Club Rotario, en Washington. Llegué tarde y el ujier oficial me condujo al único puesto libre del salón, en una mesa junto al dosel donde estaba la principal, que ocupaban los oradores y huéspedes distinguidos. Al sentarme, vi a mi colega de la izquierda y observé:
—¿Sabe que usted se parece mucho a Harry TrUman?
—Soy Harry Truman.
—Entonces, ¿por qué está sentado aquí con la plebe, y no en la mesa de honor?
—Porque soy un despreciable demócrata.
—G.W.R.

La doctora Rosalyn Yalow, segunda mujer que ha ganado el Premio Nobel de Medicina, se negó a aceptar el Premio a la Mujer del Año en ciencias, ofrecido en 1978 por la revista Ladies Home Journal. "Es contradictorio y tonto ofrecer premios restringidos a mujeres u hombres en campos que no guardan relación con el sexo", opinó.
— E.K. y W.S.

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